
El caso es que el pollo en cuestión es bastante conocido y tiene ya una página Web: http://www.miketheheadlesschicken.org/. Aquí se habla de cómo el granjero Lloyd Olsen el 10 de septiembre de 1945 fue a buscar un pollo para la cena y al cortar dejó sin cabeza pero con mucho cuello al pollo.
Tal como afirmó un veterinario: "Que viva es posible si el corte no daña la masa encefálica, aunque ojos, pico, lengua y oídos queden destruidos, y si sólo afecta a los vasos secundarios", tal y como vemos en la historia completa en español contada por El Mundo hace unos años.
Desde esa historia incluso hay gente que "ya que se habla de pollos" ha decidido meterse con la gran "pollera" hostelera: Kentucky Fried Chicken, y pensar que lo que nos comemos en esos lugares son pollos sin cabeza.
La historia fué tan famosa que de ahí se creó la expresión "corriendo como pollos sin cabeza", ya que lógicamente, aunque el animal viva, el pobre "ni ve ni ná", y se utiliza cuando quieres expresar que alguien se mueve sin destino aparente y como loco.
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